lunes, 2 de abril de 2007

DIVERTIMENTOS

Se ha dicho de las últimas películas de Robert Altman y de Lars von Trier que son “divertimentos”. Lo son en buena medida, la de von Trier por lo que tiene de comedia experimental, que esconde incluso un juguetón acertijo en sus imágenes, y la de Altman, sin dejar de ser también una comedia, aún más por su carácter musical, con una puesta en escena que juega con la trama y las canciones al modo de una suite. Desde luego, uno se divierte más con ellas que con Babel, pero no por esta razón hay que despacharlas como películas menores.

Altman tenía una salud muy delicada cuando hizo El último show (A Prairie Home Companion) –hacía tiempo que no le dejaban rodar si no llevaba consigo un director suplente– y sólo puso en marcha su característico estilo para celebrar con un punto de melancolía el humor y una cierta manera de ser propia del Medio Oeste, de donde proceden tanto él como Garrison Keillor, el creador del programa radiofónico en el que se basa la película y guionista de la misma. Lars von Trier ha hecho todo lo contrario en El jefe de todo esto, aparentemente. Se ha inventado un sistema de filmación y grabación de sonido, el "automavision", por el que aplica a las tomas unos parámetros aleatorios a las tomas, para borrar de la película toda huella de “estilo”.


Altman tenía esta vez, su última vez, un lienzo muy pequeño por el que deslizar su cámara, pero la desliza con su destreza habitual y explota con su maestría con la profundidad de la banda sonora. Su estilo saca el mayor rendimiento de un guión del que no se puede decir que sea el mejor que haya manejado, pero donde caben todas sus maneras, hasta la vertiente alegórica de su cine. Tampoco tiene tantos personajes como en sus grandes frescos, pero suficientes para formar una singular familia y plasmar sus emociones con extraordinaria honestidad. Decían de él que era un cineasta demasiado cínico, pero aquí se ve su corazoncito. La película tiene un aire de victoria en la derrota y de final de los días, pero no es testamentaria. Al menos no voluntariamente. Tenía su corazoncito, pero para nada era un sentimental.


Von Trier despliega un ingenio electromecánico para que se ponga en escena un guión entre Ibsen y Brecht sobre la deslocalización de una empresa de tecnología danesa que van a comprar los islandeses. Al principio de la película el propio Von Trier nos pide al que no intentemos ver más allá de lo que se muestra, que sólo es un “divertimento”. ¿Pero qué es lo que vemos? A un presidente que se hizo pasar por empleado y que ahora contrata a un actor en paro para que se haga pasar por él y despida a los seis trabajadores con los que inició su aventura empresarial. Una farsa constantemente desencuadrada en la que nadie quiere asumir su función, un orden desmantelado de la representación, de la responsabilidad y de la moral. Una pura parábola. Puro Lars von Trier, que se reinventa a sí mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, un gusto encontrar tu blog, vivo en una ciudad llamada Puerto Montt... en Chile...Sudamerica, desde pequeña el cine ha sido parte importante de mi vida y estoy tratando de conocer un poco más de manera autodidacta, estudiarlo formalmente me ha sido imposible por factores económicos. Cuando vivía en Santiago, tenia acceso a ir a ver cine de autor,acá nada,lo que si cuando viajo trato de conseguirme las que más puedo, creo que Lars Von Trier (por el llegué a tu página) es mi autor favorito y creo que el que le sigue es Kubrick y actualmente estoy interesada en descubrir a Raul Ruiz. Me encantaria poder tener contacto contigo para conocer más, de hecho algunas de las películas que mencionas, al parecer nisiquiera han llegado al país. Con un amigo una vez hicimos una realización muy tercer mundista y de bajo presupuesto y organizamos una muestra de artistas visuales emergentes a principios del 2006. En lo personal tengo planeado en dos años más aprox. realizar una pequeña producción usando las localidades de la región, la idea general la tengo y estoy trabajando en el guión, por lo cual necesito seguir estudiando. Si me contestas yo feliz mi correo es verana.solar@gmail.com por sobre todo me interesa seguir aprendiendo y llevar realizar mis sueños. Eso felicitaciones por la página: está de lujo.